En un duro mensaje conocido el 20 de marzo de 1996, el papa Juan Pablo II admitió oficialmente que decenas de sacerdotes, religiosos y monjas de las etnias rivales participaron activamente en las matanzas consumadas en Ruanda. «Todos los miembros de la Iglesia que pecaron durante el genocidio deben tener el coraje de hacerle frente a las consecuencias de los actos cometidos contra Dios y la humanidad»
En 2006, el exsacerdote Athanase Seromba fue condenado a quince años de prisión por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda por su papel en la matanza de dos mil tutsis. La corte escuchó que Seromba atrajo a los tutsis a la iglesia, donde creían que encontrarían refugio. Cuando llegaron, ordenó excavadoras para aplastar a los refugiados dentro y milicias hutu para matar a los supervivientes.2829Un médico practicante en el Hospital Adventista Mugonero y en ese entonces pastor adventista, Elizaphan Ntakirutimana de 78 años, y su hijo Gerard, fueron condenados a 10 y 25 años de prisión, respectivamente, por el Tribunal Penal Internacional por su complicidad en el genocidio. Ray Dabrowski, director de Comunicación, en la sede mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día declaró: «Reconocemos con tristeza que algunos de los miembros de nuestra Iglesia se volvieron contra sus compañeros y vecinos. Nos entristece que el acusado no actuara en armonía con los principios de su Iglesia. Ofrecemos una disculpa»
En un duro mensaje conocido el 20 de marzo de 1996, el papa Juan Pablo II admitió oficialmente que decenas de sacerdotes, religiosos y monjas de las etnias rivales participaron activamente en las matanzas consumadas en Ruanda. «Todos los miembros de la Iglesia que pecaron durante el genocidio deben tener el coraje de hacerle frente a las consecuencias de los actos cometidos contra Dios y la humanidad»
En 2006, el exsacerdote Athanase Seromba fue condenado a quince años de prisión por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda por su papel en la matanza de dos mil tutsis. La corte escuchó que Seromba atrajo a los tutsis a la iglesia, donde creían que encontrarían refugio. Cuando llegaron, ordenó excavadoras para aplastar a los refugiados dentro y milicias hutu para matar a los supervivientes.2829Un médico practicante en el Hospital Adventista Mugonero y en ese entonces pastor adventista, Elizaphan Ntakirutimana de 78 años, y su hijo Gerard, fueron condenados a 10 y 25 años de prisión, respectivamente, por el Tribunal Penal Internacional por su complicidad en el genocidio. Ray Dabrowski, director de Comunicación, en la sede mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día declaró: «Reconocemos con tristeza que algunos de los miembros de nuestra Iglesia se volvieron contra sus compañeros y vecinos. Nos entristece que el acusado no actuara en armonía con los principios de su Iglesia. Ofrecemos una disculpa»GENOCIDIO DE RUANDA 1994 PARTE 2
En Bélgica, un tribunal de crímenes de guerra sentenció a dos monjas como cómplices de asesinato por su participación en el genocidio de Ruanda, ocurrido siete años antes, la monja Gertrude Mukangango recibió una pena de 15 años por su intervención en la matanza de 7000 personas que buscaban refugio en su convento, en el sur del país. Por su parte, la religiosa María Kisito Mukabutera fue sentenciada a 12 años de cárcel por el mismo cargo. Varios sobrevivientes de la matanza contaron ante el tribunal cómo las dos monjas entregaron a miles de personas que buscaban refugio en su convento. Además, las religiosas suministraron latas de combustible a las milicias hutus, que incendiaron un garaje que albergaba a unas 500 personas.
La ONG Derechos Africanos da los detalles de las actividades de un número de obispos anglicanos que se juntaron en la Parroquia de Shyogwe en Gitarama durante el genocidio. Samuel Musabyimana, el obispo anterior de la diócesis, ha sido acusado por dos pastores anglicanos y varios amigos anteriores de haber traicionado a los Tutsis que vinieron a él por protección.
También entre los testigos de Jehová hubo víctimas, alrededor de 40038 que fallecieron al negarse a matar o al descubrirse que ocultaban a sus hermanos y vecinos tutsi y fueron especialmente perseguidos por el régimen al negarse a portar armas y participar en las ceremonias de adoctrinamiento colectivo. Lamentablemente todos estos casos resultaron una excepción respecto al total de la población.
11 may 2024, 22:24
GENOCIDIO DE RUANDA 1994
En un duro mensaje conocido el 20 de marzo de 1996, el papa Juan Pablo II admitió oficialmente que decenas de sacerdotes, religiosos y monjas de las etnias rivales participaron activamente en las matanzas consumadas en Ruanda. «Todos los miembros de la Iglesia que pecaron durante el genocidio deben tener el coraje de hacerle frente a las consecuencias de los actos cometidos contra Dios y la humanidad»
En 2006, el exsacerdote Athanase Seromba fue condenado a quince años de prisión por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda por su papel en la matanza de dos mil tutsis. La corte escuchó que Seromba atrajo a los tutsis a la iglesia, donde creían que encontrarían refugio. Cuando llegaron, ordenó excavadoras para aplastar a los refugiados dentro y milicias hutu para matar a los supervivientes.2829Un médico practicante en el Hospital Adventista Mugonero y en ese entonces pastor adventista, Elizaphan Ntakirutimana de 78 años, y su hijo Gerard, fueron condenados a 10 y 25 años de prisión, respectivamente, por el Tribunal Penal Internacional por su complicidad en el genocidio. Ray Dabrowski, director de Comunicación, en la sede mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día declaró: «Reconocemos con tristeza que algunos de los miembros de nuestra Iglesia se volvieron contra sus compañeros y vecinos. Nos entristece que el acusado no actuara en armonía con los principios de su Iglesia. Ofrecemos una disculpa»